El amor propio influye de una manera muy importante en nuestra vida diaria, con ello podemos gozar de un bienestar psicológico que se puede definir como la aceptación de los sentimientos que tenemos por nosotros mismos hacia nuestro físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamiento.
Una persona que tiene amor propio se caracteriza por ser amigable, respetuosa, amorosa, independiente, siempre se procuran por su crecimiento personal, su salud, su formación y por dar lo mejor de si en todo aquello que realizan, eso favorece a un estilo de vida de calidad, tanto para ti como a los que te rodean. Es importante tener en cuenta que amor propio no es un sinónimo de egoísmo y que carecer de el, primero nos lleva a tener una débil o baja autoestima, tener sentimientos de tristeza, dependencia, inseguridad, desvalorización, irrespeto por sí mismo; generando desconocimiento de quienes somos y que es lo que queremos.